¡Hogar, dulce hogar! Al menos eso dicen.
Pero al volver, ves que lo que echabas de menos ya tampoco esta.
Se fue contigo, cuando marchaste y nunca volverá.
Los tiempos cambian, y con ellos las personas.
Esos momento en el banco de siempre, con la gente
del barrio; las comidas en el campo con los de la uni,
las tardes en el despachito jugando al jaki y al culo;
las tardes en casa de Yanez contandonos nuestras
penas; esas conversaciones que solo surgían con 2 o 3 personas,
que ahora se pierden y no te permiten acercarte a ellos;
la decepción de volver a ver a esa persona, por la que suspirabas al irte,
con la que mas lloraste en la despedida, que te decia: "¡No puedo creer
que mañana ya no estes aqui, conmigo!", y ahora ni te saluda cuando
llega a donde estas tu, ni saca 5 minutos la primera vez que te ve para hablar contigo
a ver que tal te va, y te huye como si tubieras la peste, y te preguntas:
¿Que te he hecho yo?¿Tan mala he sido contigo para que merezca este trato?
Todos esos momento que al recordarlos te hacen
brillar los ojos y te regalan una sonrisa, ya pasaron,
nos parece que al regresar al sitio donde ocurrieron
volveremos a tenerlos.
Cuando me fuí, habia algo que apretaba mi garganta,
que no me dejaba respirar, despues de 12h de viaje, al llegar
a Iruña, no me lo podia creer.
El 1º dia, mi habitacion esta vacia, solitaria y totalmente fria,
me hacia sentir mas sola y mas triste aun si cabe, no podia pensar en
otra cosa más que en mi Grana y en mi gente!!!
